Cuando uno decide iniciar un proceso psicoanalítico hay que tener en cuenta que son muchos los terapeutas, los tipos de practicas y formas del ejercicio clínico. Pero cualquiera sea el caso básicamente debe tener en cuenta:

 

• Que el Psicoanalista a quien elige para contar sus angustias y padecimiento sea confiable e idóneo. Debe ser alguien con quien sienta comodidad,  es decir,  que desde la primera sesión pueda experimentar confianza, seguridad, aceptación; perciba que le escuchan,  respetan su individualidad.  Recuerde que de su confianza en el profesional depende la ayuda real que reciba.

 

• Que la relación con el Psicoanalista es tan importante como lo son sus conocimientos y técnica.  Confíe en sus sentimientos y no suponga resistencia al cambio aunque el acompañamiento Clínico es un proceso íntimo y en ocasiones difícil. Sin embargo, recuerde que no se trata de entablar una amistad con el Psicoanalista.

 

• Que los honorarios se ajusten a sus posibilidades económicas.  Evalúe su situación económica y recuerde que no se trata de añadir un problema más a su situación.  Tenga presente que va a invertir tiempo, dinero y esfuerzo.

 

• Que se definan parámetros de intervención.  El acompañamiento Clínico debe ser activo, directivo, limitado en el tiempo,  con buena dosis de retroalimentación, compromisos establecidos.  Confíe en su instinto. Ud. tiene derecho a realizar preguntas y recibir respuestas francas y directas.